Confieso, que a menudo utilizo la expresión “no te han dado suficiente palmadas de pequeño”. La uso sobre todo cuando me refiero a la inmadurez de las personas que creen que la vida les debe todo. Sin embargo, uso esta expresión en sentido metafórico. De hecho, esta es una forma muy incorrecta de expresar mis creencias, porque estoy convencida que ningún niño debería ser pegado o humillado. Nada bueno podría salir de eso. Por otro lado yo apoyo la educación en la que los padres establecen su autoridad.
¿Es esto una contradicción? No, permítanme explicar.
¿Cómo un padre establece su autoridad?
En primer lugar, todos deberían entender que el castigo y la autoridad son cosas totalmente diferentes. De hecho, el castigo físico es lo contrario de la autoridad. Sólo las personas débiles e inseguras harían daño a alguien indefensible. La violencia contra los niños y los animales es resultado de déficits emocionales profundos y puede ser vista como un síntoma de problemas psíquicos muy graves. Paradójicamente esa violencia también podría ser en realidad un grito de ayuda. Si tú te sientes incapaz de controlar tu rabia, deberías trabajar en ello (solo o con ayuda profesional). Lo mejor sería hacerlo antes de tener hijos, pero créanme, nunca es tarde.
La violencia es un reflejo de la debilidad.
Puedo darte un ejemplo muy sencillo. Una vez en el tren estaba sentada cerca de una pareja joven con un bebé. La niña tenía más o menos 6 meses y estaba llorando. El padre estaba agitando su mano alrededor de su cara amenazando a pegarla. ¿Os dais cuenta de la ridiculez de tal gesto? El bebé no puede entender que el gesto de su padre significa una amenaza de castigo. Obviamente el padre lo hacía porque no sabía qué hacer. Incluso a la edad de 4 o 5 años los niños no pueden captar la idea de que todo lo que hacen tiene consecuencias. No importa si tu hijo es muy listo, te aseguro que no entenderá nada, porque en algunas etapas de desarrollo, el castigo no significa nada más que un malestar innecesario y es imposible utilizarlo como una herramienta educativa.
¿Cómo mostrar autoridad?
La autoridad de los padres, a diferencia del castigo, es algo que el niño entiende en un nivel mucho más básico. La autoridad está ligada al instinto del infante a idealizar a los padres que le protegen. En esta etapa temprana de la vida, los padres son todo su universo. Una de las primeras palabras/conceptos que el niño debe aprender es la palabra “No”. Durante las etapas tempranas de su vida, el niño vive aquí y ahora. No deberías intentar a corregir su futuro comportamiento o castigar por eventos pasados. Céntrate aquí y ahora. Con la meta de establecer el concepto correcto de las “causas y consecuencias” tú debes ser muy consistente cuando dices “No”. Los niños son muy creativos y siempre tratarán de evitar las reglas, sea fuerte y consistente y el niño pronto entenderá que cuando digas “no” eso significa “NO” y tu palabra nunca va a cambiar.
Cuando el niño comienza a preguntar “¿por qué?”, puedes tratar de explicar toda la lógica por qué algunas de las reglas existen y por qué es tan mal romperlos. Si no estas capaz de explicarlo, quizás deberías reconsiderar la regla en cuestión. Poco a poco el niño podrá entender las causas y los efectos de los diferentes actos, comportamientos y deseos. Así él/ella será capaz de seguir el consejo de alguien que tiene más experiencia. En un futuro, su amor por ti será la única fuente de motivación para no romper las reglas (demasiado a menudo) porque él / ella va a entender tus motivos para prohibir algo.
Nunca dije que eso era fácil. Tal vez en el corto plazo habrá poco efecto. Habrá rabietas y lágrimas, ¡pero que tu sabes que eres más fuerte! Hay que tener paciencia porque en un largo plazo, la lógica es más fuerte que los castigos violentos, la humillación y los gritos. La tiranía siempre provocara odio y la resistencia, o peor – perdida de esperanza y sometimiento. Y tú no quieres eso para tus hijos, ¿verdad?
Tu fuerza está en tu manera de comunicar tus sentimientos de una manera eficaz. Aun cuando estas agotado/a, trata de tomar un minuto y explicar por qué hacemos algunas cosas y por qué no hacemos otras. Y, por supuesto, cuando tienes un mal día intenta explicarle al niño porque es tan importante que se comporte bien en tal momento. Recuerda que los padres enojados, agresivos e inestables producen nada más que angustia, mientras los padres asertivos, seguros y estables encarnan la autoridad y la confianza (incluso cuando tienen un mal día).
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