La verdad es que en teoría sé mucho sobre los estereotipos, en los que los hombres ponen a cada mujer que encuentran. Espero que la revolución sexual haya hecho su trabajo para borrar esta forma de pensar, en realidad todavía noto que casi todos los hombres pueden poner a cada mujer que conoce en una de estas dos categorías inconscientes.

Muy a menudo la santa por uno es una zorra por otro. Esto es completamente comprensible porque ninguna mujer es uno o el otro, cada una de nosotras es una especie de síntesis de ambos.

En primer lugar, esta forma de pensar persiste porque está profundamente arraigada en la mente inconsciente colectiva y no hay suficiente feminismo en el mundo (todavía) que pueda borrarlo rápidamente. Se necesitarán generaciones para cambiarlo.

Los hombres con una inteligencia emocional más desarrollada aprenden a evitar confiar en estos estereotipos pero permanecen allí sin embargo. A pesar de que es común que muchos hombres separen a las mujeres de estas dos categorías, esto podría causar problemas en sus relaciones en una etapa posterior.

Alguien podría argumentar que se trata más de un tema más cultural que psicológico, pero las relaciones emocionales en la familia experimentada en la infancia temprana del niño es la principal razón por la cual un hombre establecerá estas categorías. Por ejemplo, una madre fría y lejana, puede ser la causa del complejo de inferioridad de un hijo que nunca se sintió amado. Más tarde, este mismo niño puede desarrollar relaciones no saludables, adorar a algunas mujeres y ser hasta repugnado por otras.

La Santa

Ella es la Madonna – la mujer que encarna la imagen de su madre (no tiene que parecerse a ella pero siempre hay algunas similitudes). Podría ser también un reflejo de una figura materna, no necesariamente la madre biológica. Esta es la mujer que educa, la que pone límites, la que dice “No”, la estricta, frígida, la que no es muy activa sexualmente, o es atraída por otro hombre. Esta es la mujer que asume la posición de esposa y madre de sus hijos, la que puede hacer un hombre feliz o desesperado con una sola palabra.

La zorra

Esta es la mujer fácil, la mujer divertida, la criatura sexual. Ella es la que disfruta y comparte sus deseos sexuales. Ella es la mujer orgásmica, la deseable y la que verdaderamente desea. Ella es también un reflejo de todo lo sucio, carnal y erótico. Ella es una encarnación de su propia libido, una proyección de la parte más oscura de su alma, la que está más cercana a él, la que realmente le conoce, pero al mismo tiempo él la rechaza.

Algunos hombres se dan por vencidos y eligen a una de estas mujeres. Las razones podrían variar. Algunas almas románticas pasarán por su vida esperando que Ella – la santa les note algún día. Los cínicos se pierdan en un desfile de encuentros sexuales sin sentido. Algunos optan por mentir y vivir una vida dual – engañando a la santa con la zorra. Otros simplemente no saben lo que quieren y se confunden – no pueden establecer una relación con las mujeres que les atraen sexualmente, porque inconscientemente asumen que son indignas, al mismo tiempo no pueden ser sexuales con las mujeres que aman para no “ensuciarlas”.

Mi consejo para todos los hombres y mujeres es cuestionar constantemente estas categorías. Dejen a un lado los papeles que habéis asumido y sean honestos unos con otros. No importa lo dicen los valores arcaicos, recuerdan que cada hombre necesita estas dos figuras encarnadas en Una mujer. Para lograrlo tiene que saber cuáles son tus deseos y temores y cómo expresarlos de una manera saludable.

Hombres, podéis ser tiernos y sexuales, emocionalmente inteligentes, bien informados y conscientes de vuestros necesidades, problemas y deseos más profundos.

Mujeres, cada una de vosotras merece un hombre así. Tan pronto como deje de servir a los estereotipos y dejar los juegos y las máscaras, El estará allí esperándote.

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Credito imagen: Devil and Angel on deviantART