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Si me dedicase a psicología experimental ahora, intentaría hacer una prueba que define las características de tu personalidad de acuerdo con tu relación con tus amigos y con qué tipo de personas te rodeas. Quizás lo haga algún día.

Por ahora, sin embargo, me centro en la psicoterapia analítica y esto me inspira a analizar la elección de mis propios amigos como una combinación única de individuos quienes entre ellos a menudo no tienen mucho que ver. Aun así yo lo encuentro increíblemente placentero conocer cada uno de ellos.

Así que dividí a mis amigos en varios tipos básicos:

Artistas:

Siempre están ocupados con un nuevo gran proyecto o contemplando la belleza del mundo. Al comunicarme con ellos, redescubro mi propia creatividad. A veces es difícil encajar en su programa desordenada, a veces no les veo durante meses o años, pero cada vez que me encuentro con ellos es como si el tiempo ha pasado rapidísimo y retomamos aquella conversación reflexiva de la última vez. Son increíbles, ingenuos, locos, a veces fragmentados, pero siempre inspirados. Aunque no he estado involucrada seriamente en el mundo del arte durante años, mi relación con estos amigos me acerca a una Mila de un universo paralelo que nunca abandonó el pincel.

Líderes:

Nunca he sido como ellos. Durante siete años mi trabajo en una corporación internacional de informática no me convirtieron en una mujer de negocios, este trabajo era lo que pagaba las facturas mientras cada noche me iba a la cama con los libros de psicoanálisis. Pero las amistades encontradas durante esa temporada son la mayor riqueza que gane. Muchos de ellos ascendieron bastante, pero no perdieron contacto con las personas. Para algunos, estoy convencida de que si deciden irse, todo su equipo los seguiría hasta el final del mundo. Estas son las personas de los que quiero aprender cómo inspirar un deseo de desarrollo y cambio en mí misma y en mis clientes … ¡no solo de los libros!

Científicos:

Muchos de mis personas más cercanas se convirtieron en académicos, incansables inventores del futuro. Compartimos con ellos una “enfermedad” severa: epistemofilia por la comprensión de los secretos más profundamente ocultos de la física, la biología y la mente humana. Y aunque me parezca a ellos ¿pasaría 70 horas a la semana en un laboratorio oscuro? Quizás no, pero el deseo de descubrir algo nuevo todos los días es lo que nunca me perdería.

Está claro que todos tenemos aspectos en los que podríamos mejorar y no sabemos cómo. ¡Pero piénsalo bien! ¿Qué es lo que más te gusta de tus amigos? Así sabrás que es lo que más aprecias en ti también.

Esto puede ayudarte a motivarte, y tal vez encontrar tu vocación si aún no lo has hecho … ¡Solo observa a aquellas personas que más valoras en el mundo!

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